miércoles, 16 de diciembre de 2015

AFLORISMOS IV

Lo prohibido no es ilegal.

***

Obsérvame bien. A lo mejor no te pierdes nada.

***

A destino no se llega; se regresa.

***

Ajo por ajo, diente por diente. Por eso repite.

***

¿De dónde trae la cigüeña a los niños nacidos en París?

***

En realidad, uno se enamora de la persona que sería si fuera esa otra persona.

***

La Historia: sucesión ininterrumpida de escándalos.

***

En el Tíbet las cosas se caen al cielo.

***

Los niños son las partículas elementales de la Humanidad.

***

La hospitalidad es la forma más refinada de ejercer la autocomplacencia.

***

Necesito darme una ducha en un lugar seguro.

***

El cuerpo es el ataúd de la conciencia. Esqueleto de la sombra. Espejo del tiempo. 

***

La fe es como el alcohol, el azúcar, el marisco, el sol, el aire, el amor, un disfraz: hay a quien le sienta bien y hay a quien no.

***

Las montañas se mueven: eso no hay quien se lo crea.

***

Las casas son las niñeras de la soledad.

***

En inglés, las estaciones son hijos del mar.

***

 El terror surge cuando la aparente seguridad de la rutina se confronta con lo inevitable que ésta pretende mitigar: lo aleatorio. De ahí nace la violencia y su efecto: de la inconveniencia de su gratuidad. De la infrecuencia. Cuando el terror se generaliza, lo inevitable se convierte en rutina; la conmoción pasa a ser el estado normal de sosiego, y la violencia, el instrumento fundamental para alcanzarlo.

***

Los medios de comunicación no son la opinión pública.

***

El trabajo no garantiza la independencia económica.

***

El tumulto siempre favorece la huida.

***

Gobierno y poder son partes del mismo error.

***

La igualdad es el uniforme de la diferencia.

***

Las bajas pasiones son las que mejor se trabajan.

***

Algo cambiará definitivamente en la poesía cuando deje de ser social y se vuelva civil.

***

La vida es una enfermedad del tiempo.

IB3938MADTFN23APR14 (EN EL AVIÓN)

Los aviones son los ascensores de los países.

La somnolencia reseca de los párpados;
la etérea amabilidad de las azafatas, como un caldo tras la mala noche;
poesía china;
parlamentarios de ojos desfallecidos, agarrados a las cornisas de la cara; piiii puuuu, y como una foca, husmeo hacia el correspondiente destello que no existe;
hago el ganso en el avión con la torpeza del momento: lo aparatoso de la falsa calma, del control, de la estudiada seguridad de actor principal de una película en la que el protagonista viaja en avión;
la estupidez que se estira en tu vecino de viaje, con el que cruzas indeterminado juego de suspicaces fórmulas de no agresión a pesar del estudio involuntario y minucioso del reojo.

La competición territorial por la presencia en el avión.

Pilotos por un día de la indefensión absoluta del azar.

A los mandos de un señor que no nos conoce; que tal vez
ni nos quiere.

De fiar hasta qué punto.

Hasta qué aterradora normalidad de estar
cinco horas después de haber regresado de un lugar,
escribiéndote esta pequeña crónica de un regreso que se encontró con un guijarro resbalando por una caña del tejado; un leve asombro.

A saber qué pensarán de nosotros las aves migratorias.


IL PARTIGIANO

 Diego Giuliano,
in memoriam.


Te dije, camarada:
que hasta la sustancia más débil de todas las sustancias

danza
al ritmo cansado del aire
este,


simún de boca hacia la extinción sobre los hombros;

ese aliento de hiena en el cuello
delatándonos, dilatándose
muy cerca

muy cerca
de donde palpita
cada tiempo muerto

que aún nos concede.

Pero comprendo, camarada,

comprendo
que cada cual se hace luthier
de su propia música,

que también tu voz extraña
cobijo fiel en mis oídos,

que, claro, cada cual
es cada uno...

Sin embargo, camarada,

pues todo en la vida es embargo,

te debo conceder
el beneficio de la
deuda,

la manzana con cicatriz reciente de tus colmillos,

la honda pubertad de las aves.

Por eso, camarada,

hay a partir de ahora
una soledad quieta,

una salvedad en los paseos,
otra emboscada.

Camarada,
El triunfo es la fuerza que mueve a los genios,

el fracaso la que tienta a los profetas.

Atentamente, Camarada,

Piacere! Ciao!

ESTADO

Estado del malestar.
Del malvivir.
Del malquerer.
Del malmeter.
Del malfollar.
Del malnacer.
Del malnutrir.
Del malcomer.
Del malcriar.
Del malbeber.
Del maltratar.
Del maldormir.
Del malsoñar
Del malbabar.
Del maldecir.
Del malhablar.
Del malpensar.
Del malversar.
Del malvestir.
Del malcomprar.
Del malvender.
Del malgastar.
Del malsonar.
Del malcurar.
Del malsanar.
Del malograr.
Del malmorir.
Del mal.


Del mal
con X.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

NEONÓMADA

Me volveré a ir
del mismo modo en que se regresa
al lugar donde se es y la casa sola.

Haré de nómada unos pocos kilómetros,
pero aún así auguro esa ausencia
de calles cerca,


ahora esas mis otras calles de siempre
que han de recordar mis pasos,
la noción del barrio,

edificios.

Me quedará lejos el campo,
o grande; nunca fui aquel rupestre;
ni los paseos, ni bicicletas bajo muchachas.

Me volveré a ir
del mismo lugar en el que fui
sombrero un tiempo, voz, nombre.

Tal vez el aire denso,
el vértigo, la calma.
Ese Javier entrándome

de nuevo hasta las trancas.
El miedo a la primera noche,
solo, en la cama grande.

Otra vez, acostumbrarse
al acento diferente de los grillos,
a aprender inútiles idiomas

sobre la mesa del comedor
donde no está ella,
vigilando que no me acerque

un ápice
a lo más normal,
cuando me enseñó

a barajar,
sin malicia,
las cartas de otro juego.

21 OCT 2015

Marty McFly me ha llamado esta mañana:
que no va a venir.

El DeLorean ha sufrido una avería
en el contador de fechas

y teme tardar al menos cuatro milenios
en repararla;

no hay mecánicos cualificados
en Babilonia.

HIPÓTESIS

Si yo fuera ruso, tendría, como mínimo, un gran y oculto talento para el coleccionismo de mariposas. Es cierto que aún no conozco a ningún entomólogo ruso de renombre, quiero decir, que no es algo que se comente así como así en un almuerzo o entre susurros de sepelio. La cuestión principal es el porqué de mi inclinación por las mariposas. No sé si por ser, efectivamente, ruso, las mariposas ejercerán sobre mí algún desconocido encanto ancestral del que sólo los eslavos padecen, tal vez como ensueño de una época de llanuras y cadáveres, con las mariposas revoloteando entre los arbustos tras la matanza. Me inquietaría muchísimo pensar que sólo por el hecho de ser ruso es que padezco esa incorregible afición por coleccionar mariposas. Pero lo que me causaría verdadero espanto es saber que, no siendo ruso, tuviese esa devoción por los lepidópteros. En verdad, no la tengo. Nunca la tuve. Me gustan, eso sí, las mariposas; verlas revolotear por los campos, entre los arbustos. Lo que me cuesta imaginar, y al tiempo, me hace cierta gracia, es si, no siendo ruso yo, pero las mariposas sí, se despertaría en ellas algún deseo instintivo de coleccionarme.

FELÍPICA

a felipe bollaín


es calando el escándalo,
escalándolo,
como el amortajado
amor tajado,
acre hedor
de acreedor,
se desdice
de sedes y cede
ante ti
—y decide.

VERBOS TRANSITIVOS: CORRER

Correr peligro, riesgo; prisa.
Las cortinas sin parar,
la voz; las tejas.
Lejos. El aire.
Los ríos como el tiempo.


También cerrojos.

martes, 24 de noviembre de 2015

HAMBRE

No por comerte serías menos
a cada bocado que te doy.
En realidad, comerte hoy una pierna,
paletilla mañana, criadillas para el domingo,
no es tan trascendental.
Tampoco creas, de verdad, que comerte
es un acto turbio, una perversión;
un selecto manjar. Como por hambre,
como comen los seres que no quieren
morir en el próximo invierno.

Así me hice caníbal.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

ELVIRA

Debería llamarse Elvira. Sólo así sería perfecto. Perfecto, sí; pero no real. Ya que tan sólo nos une mi rutina de cada dos, tres días ir a por tabaco o vino, o las dos cosas, o ninguna y la de ella estar ahí, tras el mostrador, al menos podría concederme el cosmos algo más a mi favor, más allá del leve instante, segundos: lo mínimo requerido para completar toda formalidad. Lo suficiente.



Si se aventura a afianzar nuestra débil complicidad preguntándome «¿tabaco?» mientras la señora que tengo delante rebusca entre monedas que desconoce, me da pudor revelarle que hoy, miércoles, vengo a por vino. Lo que se imaginará al oírme entrar con ese odioso y alarmante pitido, vestido de uniforme, a por una botella justo cuando aterrizo del trabajo, como si no me quedaran más refugios; pero, por otro lado, podría figurarse, aplicándose en la benevolencia que provoca siempre toda curiosidad, que soy de ésos que en vez de destruirse en el melodramático mundillo del solterón, prefiero homenajearme la cena con ese empaque que le da el vino a una pizza precocinada recién horneada. Que con mis horarios no debo de tener tiempo para cocinar, y menos aún, ganas o dignidad. Con lo bien que le deben de salir a ella las lentejas, y lo bien que estaría que me guardara un tupper, por aquello de romper el hielo. Por eso, sin que se dé cuenta, Elvira, si es que se llama así, que sería perfecto, me espeta una mirada inquisitiva cuando la frecuento con la hábil excusa del fumador de liar, es decir, del artesanal arte de liarse un cigarro con esos aperos del vicio que van faltando de a poco, nunca de golpe.

Hay días, sin embargo, que no debería llamarse Elvira. Esos días voy a por agua embotellada y el trámite, aunque cordial, resulta con frecuencia frío, distante, esquivo. Por eso la Elvira que debería de llamarse a sí misma, aflora entonces hacia un rostro apagado, de rictus convencional y burócrata que en nada se parece a la Elvira que realmente es, pero que no se llama. Nunca el agua tuvo sabor tan arenoso, como cruel propaganda en el cartel.



Así que Elvira —resultó no llamarse Elvira— fue pareciéndose cada vez menos a sí misma. Aquella tarde de sábado, verano, debía de ser yo de entre los escasos parroquianos que aparecieran por la puerta, el pitido horrendamente apuñalando la calle serena en plena siesta, para que me hiciera una fotocopia. Diligente, aceptó el desafío y para cuando ya había doblado la esquina con la fotocopia, camino del portal de mi edificio, reparé en que el original de este texto se había quedado, flagrante, en el cristal de la fotocopiadora. 



Por eso, y porque no le gustan las lentejas, supe que no se llamaba Elvira.

domingo, 27 de septiembre de 2015

MINIMALES

Esta ciudad anda con mal de amores; se la ve llover por las esquinas, luego se detiene, se acalora, gris, coge aire, camina un par de pasos más —hacia algún café— y vuelve a llover, esta vez tapándose la cara, como si pensara que así no se le ve todo eso dentro, que no se le escucha, pero en su cara se delatan todos los adoquines, pesados como lápidas, como una lista fatal. Como si se examinara de amante.

lunes, 10 de agosto de 2015

BIBLIOMANÍAS I

El primer libro que compré con dinero de mi bolsillo (bueno, esto es un decir, ya que me lo financió a plazos mi padre con la asignación semanal) aún lo conservo en mi estantería. Su título es Guía de Lugares Imaginarios de Alberto Manguel y Gianni Guadaluppi, publicado en la venerable Alianza Editorial en el año 1992, es decir, rondaba yo los 15. Un libro encantador en el que se recogen, a modo de Atlas y organizado de manera enciclopédica, los lugares y mundos que imaginaron escritores, filósofos, pensadores, poetas a lo largo del tiempo. Para mi exuberante imaginación aquello suponía como haber hallado el mayor alijo de lo más narcótico posible con posibilidad de disfrute vitalicio.

Durante varios meses, desde que salió a la venta, me escaqueé por las tardes de las clases particulares de inglés y matemáticas sólo para pasar varias horas en la librería curioseando y, de paso y de reojo, vigilar que no se llevaban el ejemplar, lo que me habría supuesto un trauma irreversible (a esas edades todo trauma lo es), ya que mi fascinación primera del hallazgo, mi ilusión posterior de ver que nadie se fijaba en él, o que acaso ponía un mohín ante el precio (creo recordar que alrededor de las 7.000 pesetas), comenzó poco a poco a transformarse en una obsesión imparable por poseerlo. Finalmente, tras varios meses ahorrando, privándome de otros placeres más mundanos (y por eso placeres) como ir al cine en jauría a ver estupideces sólo por ver quién y con quién, o saltar la banca del futbolín, adquirí el ejemplar.

Lo devoré, lentamente. Hoy la A. Mañana la B. Pasado la C, la D y la E... Degusté cada entrada, cada palabra, cada furtivo aroma que se desprendiera de las páginas que pasaba con avidez; disfruté sin tiempo ni medida, acaricié cada noche los más cálidos vergeles con mi imaginación. Había algo sagrado. Recuerdo perfectamente aquel placer.

A partir de ese momento, me volví bibliómano. Perseguía libros que me produjeran la misma ilusión, pero que no costaran tanto. Era por una cuestión práctica. Hay pasiones que se llevan con pudor (como diría el maestro Montale acerca de la Poesía), y por eso la discreción ha de ser prioritaria. De cualquier manera, pronto cogí fijación por los diccionarios de bolsillo SOPENA de idiomas diversos. Los diccionarios siempre me produjeron una oculta atracción desde muy niño: el orden alfabético nunca respondía al orden de los conceptos, lo que me resultaba aún más fascinante por ese carácter aleatorio de irse encontrando poco a poco con las cosas y eso de lo que la gente habla y dice de.

sábado, 11 de julio de 2015

AFLORISMOS III

La sinceridad no ha de ser parapeto de la ofensa.

***

La fórmula perfecta para alcanzar la felicidad no está en ninguna frase.

***

La vida es una trampa.

***

Los lunes: jubiloso desfile de rutinas.

***

El sometimiento a la razón es una ranura por la que nos miran los dioses.

***

La 3 y las 4 de la madrugada no son horas. Las pusieron ahí para que el amanecer tuviera sentido.

***

Y de repente el aeropuerto se llena de alegría: niños del desierto.

***

Status plus quam quo est!

***

Hay que decirse las cosas como reptiles.

***

Vivir y habitar son verbos transitorios.

***

Ojalá que el punto G estuviera en el corazón.

***

Quien no se despista es porque no quiere.

***

La realidad brilla por su ausencia.

***

La actualidad no es el presente.

***

Las almas las carga el diablo.

***

Lo prometido es duda; lo permitido, deuda.

***

Extirpar la estirpe.

***

Lo cortés no quita lo caliente.

***

Hay personas que no forman parte de la gente.

***

Era mejor actriz como persona.

***

La verdadera música se encuentra en la cara oculta del silencio.

***

Yo hago que tú saques lo peor de mí.

***

Ojalá que esa tuya con la te sales no se salga nunca con la mía.

***

Es más divertido jugar al mismo juego con distintas barajas que jugar con la misma baraja a distintos juegos.

***

Enamorarse de un astronauta es como pretender que quien anda cerca de las estrellas no te cuente de ellas algo que ya sepas.


martes, 23 de junio de 2015

AKELARRE

Estas ganas de hoguera en la saliva,
pusiera ascuas en el pie de cada sílaba,
cruzara...

Cruzara duramente
sobre la pira, en danza
sutil y pura
de tu carne y alma
en el humo contenida.

Esta explosión.
Esta devastadora
serpiente de lava,
reptando hacia el confín
de la hierba,

hacia donde el calor
sube por las raíces
hasta el árbol
del que los cuervos huyen.

Este talle de blanca sombra
que despeja la ceniza,
sagrada forma,
dulce valle calcinado.

Serás del fuego la rama
sola.

Ardieras en mi vino.

domingo, 14 de junio de 2015

RETIRO

Me llevo lejos.

A un lugar de ramas para un nido;
al horizonte invernal,

al sigilo de la hoja que tirita.

Al piélago donde moran
seres que convienen
a según qué recuerdo.

De nuevo al caparazón,
a lo que se desnuda solo.
Al vórtice.

A un territorio de nadie.

Me llevo lejos
y no importa la distancia.

Sí el motivo.

domingo, 24 de mayo de 2015

CUADERNO SIN TIEMPO X: NO-DOS.

Me he hablado frente al mar.
Me he metido dentro del viento
para hablarte con soplo de arena;
desde la espiral de la concha seca,
salada, como si la espuma del agua
nunca hubiera salido de ella.

El casco abandonado de un ser acorazado
ahora tendido en la pequeña playa.
Recogido en silencio;
expuesto al silencio,
me he reconocido.
Me he respondido al desde
desde donde vengo a encontrarte.

Vine a buscarte y me encontré,
también, buscándome.

sábado, 23 de mayo de 2015

CUADERNO SIN TIEMPO IX: PASEANDO A MISS DAISY

Por la tarde, a las cinco,
paseo a Miss Daisy.

Sólo puedo pasearla por el terraplén
frente a su apartamento
—tan sólo un par de vueltas,
como Fred Astaire & Ginger Rogers—.

Otros sirvientes pasean sus perros;
Miss Daisy me indica que hay que tener cuidado.
Que hay que mirar siempre; frenar siempre.

Ella también paseó en un tiempo
a un hombre, en un coche verde.
Extranjero —dicen— que era.

Sólo puede
por el terraplén frente a su apartamento.
Ya tiene su edad.

A veces la encuentro sentada frente al volante,
muda, —su silencio danzando
por una carretera antigua—,

Fred Astaire & Ginger Rogers
en el compás de sus puntas y talones,
mientras el desierto se expande ante ella.

Por la tarde, a las cinco,
paseo a Miss Daisy.



miércoles, 20 de mayo de 2015

CUADERNO SIN TIEMPO VIII

La arena fría entre tus piernas
es atardecer en las dunas.

El tránsito de los nómadas
que vienen a dejar allí su silencio.

Se pone el sol tras la nube,
secuestrándonos.

Tu cuello en mi último beso 
consagrado al viento que nos abandona.

El desierto. Un cuervo se sacude
nuestro asombro. Nos abundan aves.

Descalzos, con todo lo que nos queda
desnudo bajo los pies,

hacemos el tiempo. Ese breve tiempo que nos rinde a tu brazo.


martes, 19 de mayo de 2015

NEGOCIO CRÍTICO

Se empeñaron en montar el negocio de su vida: una tienda de lámparas en pleno Serengeti. La severa crisis que atravesaba el país obligó a recortar gastos públicos de las prestaciones básicas, como la luz eléctrica. El negocio se fue a pique en menos de dos meses por un estúpido despiste: nadie se preocupó de abastecerse de la cantidad suficiente de fósforos, velas o antorchas. Si bien hubieran alejado a las fieras, atraerían a muchos más clientes. El problema era que las fieras tuvieran hambre; o miedo. Y también los clientes.  


lunes, 18 de mayo de 2015

CUADERNO SIN TIEMPO VII

El espejo devuelve a tu imagen
tu rostro por mí aún desconocido.

Se parece mucho al mío, tu rostro,
cuando eriges la bandera sorda

del llanto, ondeando sobre el territorio
viejo y cansado que nos amarra en estos pasos.

Gritar es sólo un momento de la vida,
como quien nace de repente,
—hacia adentro—

como quien brota sin sentido
de la raíz que no lo quiso;
—repudiado y anhelado—

imagen misma del espejo atroz,
delatora de esta mentira,
de esta causa jamás buscada.

lunes, 4 de mayo de 2015

CUADERNO SIN TIEMPO VI

Comprobar cómo va enmudeciendo
la tarde; cómo se oscurece en silencio: medida de la ausencia.

Sugerirle a la sombra el tacto sigiloso
del humo, como esqueleto voluble
de un pez danzante: tuétano de la caricia.

Descifrar el alfabeto de los mirlos
cuando se delatan torpes centinelas
al aporrear las tapias.

Separarme del hombre que observa,
con todos los sentidos puestos
en los puntos cardinales: 
la posición que marcan
las frías veletas de la memoria.

Todo comienza a existir
en el mismo instante
en que desaparece,
como esa pausa serena entre la lluvia.



domingo, 3 de mayo de 2015

CUADERNO SIN TIEMPO V: STREET VIEW

Tu casa en google-maps
carece aún de macetas
y de personas dentro;

hay una ventana
—la del salón—
que aparece cerrada
como desde dentro
—ahora tan sólo 
un estor tras las flores—.

Hay que ver la cantidad de cosas
de nadie que se ven en las casas
desmanteladas que ahora habitamos.

Un eterno quién flotando, 
un espectro confuso en el pasillo.

¿En quién piensa esa casa vacía
entonces
tras la pantalla?

miércoles, 29 de abril de 2015

FRENTE CONTRA ANTE

Contra la pared
están a menudo
los que siempre están
en contra de algo
o de alguien.

Sin embargo,
aquel que va a ser fusilado
nunca está contra los fusileros,
ni frente a la pared, 
ni ante la muerte. 

En realidad,
si se observa bien, 
está 
frente al pelotón de fusilamiento, 
ante la pared,
y contra su voluntad.

domingo, 26 de abril de 2015

BAMBI (BEHIND THE SCENES)

La instantánea recoge la escena siguiente:

Un cervatillo de porte delicado
mira a la cámara. 

Seguramente el flash es la causa
de esos ojos demoníacos
por el reflejo del foco en las córneas. 

Lo que no queda tan claro
es de dónde viene la sangre
que mana de su boca,

pero tal vez esté relacionado
con lo que parece ser un conejo
con el vientre abierto,

entre las patas del cervatillo.

CUADERNO SIN TIEMPO IV

Siempre es más fácil caerse
de los pájaros.
Por eso, cabe preguntarse si,
en realidad, las alturas
no fueron hechas más
que  para ellos.

CUADERNO SIN TIEMPO III

Del mar la única huella que deje
al arrastrarse de vuelta hacia lo oscuro,
una frialdad de molusco que enumera
burbujas sobre la fina y atroz
pradera de coral.

Una errante travesía de nautilus,
un pecio abandonado al silencio
como una cueva en el corazón
ciego de pianos;

un marinero en sombras
ya nunca más llorado a solas
aferrándose al recuerdo en cada ola
cantinela voraz en la memoria,

cada día aferrándose al recuerdo
en cada ola y su voraz cantinela
de memoria.

CUADERNO SIN TIEMPO II

Lo que en tu amor solicité pastar
venía más allá del olor del primer árbol,
encanecía aún más los campos
cayéndose lentamente
de los ruidos del invierno.

Tuve mis pastores y guardianes.
Tuve, incluso, quien me cuidó bien.
Tuve recuerdos para alguien
para quien yo también lo fui.

Fui desconocedor de todo,
incorporador de todo,
coleccionista de todo,
insomne de todo.

Sin embargo,
de nada fui más útil a la vida
que en solitarias herrumbres,
heridas por galeones de óxido,
fundadoras
de mi voz
tempranamente
furibunda al encuentro
con titanes aún desorientados,
cabizbajo y servil
como una coma,
siempre puerta giratoria,
sandwich en una máquina
expendedora de amigos encarcelados
como tributo del gigante y las jóvenes.

Lo que en tu amor planté
fueron tortugas.

CUADERNO SIN TIEMPO I

El amanecer con su hospicio de nubes
recibe este cuerpo engendrado bajo
el peso frío de la eternidad,
del no-tiempo,
sin presente.

Estremecimiento.
Única génesis de la palabra,
portal luminoso del aliento:

—lo que vuelve a mí
no se parece en nada
a lo mismo que di—.

jueves, 9 de abril de 2015

ACASO

En recuerdo de Héctor Vargas.



Cuando muere un poeta en la ciudad,
las tejas dejan de ser las mismas;
vacilan para no caerse todas juntas
en estrecho abrazo de arcilla.

Sangra en cada portal la flor
que le esperaba, subiéndose
a las lágrimas,
una clarea repentina de nubes

en el cielo de la boca anunciando
salvajes e inclementes condiciones
climáticas sobre la lengua
y la tierra;

istmo que separa la noche como el mar
mosaico de ojos que flotan
sobre el cansancio,
sobre la calma.

Cuando muere un poeta en la ciudad
se sabe que los campanarios
no son oportunos, y que los nidos
se enlutan de polluelos en silencio,

muy adentro.

HÁBITAT

Mi casa se ha quedado en su adolescencia
de hace diez años.

Ya no es discreta, virginal
denunciando intrusos.

Se ha vuelto escandalosa,
hasta soez como una trastienda.

Mi casa es ahora ese cuarto
que yo soñaba de niño para mí;

pero en lugar del niño,
un soltero,

ese ser que juega
con su soledad a las casitas,

anhelando melancólico a una esposa,
y cosas con encajes, tapetes,

domingos sin hijos.

Mi casa se ha convertido en un curioso berenjenal
de aperos para el vicio:

el hábitat de un monje compulsivo, privado:
un ordenador personal de la ausencia.

A mi casa le ha salido cal de años,
empieza a tener frecuentes fugas,

y creo que aún no ha crecido conmigo lo suficiente.

Ni yo con ella.

LO AÚN FÓSIL

Soy un camposanto de pasiones
truncadas:

osario de miedos remotos,
fosa común repleta de inmortales;

la gran calavera animal.

Soy también la brisa
apeñascada:

cortaúñas de cumbres,
pétrea cabra temerosa del vértigo,

no de las alturas.

El cardo que brama
secamente:

mirada de incesto
sobre sepulturas de niños cóncavos;

puente de Judas.

Soy sin pronombre,
despersonalizándome:

saboteo conjugaciones,
detono verbos,

huyo a pasados indefinidos,
perfectos.

Soy el vil metal que se come
mis manos;

cada cosa que toco se torna
en desierto sobre mi piel
—llanto de mi piel que se come mi piel—.

Soy el deterioro,
la opaca negligencia del tiempo,

la dejadez indomable,
la caza de brujas

que galopa más allá de las colinas,

el gasto diario de mi ser,
mi ingreso en él.

En casa del ahorcado, la cuchara;
donde el hambriento, la soga

verdugo huérfano de mí;

los dos
sobre el cadalso

erigido de últimas palabras;

el antes del fin
—el miedo a lo que no veo—.

AFLORISMOS II

De vez en cuando hay baile de fantasmas bajo el puente.

**

El hogar: privada pírdula de la vida.

**

Las crucetas de los pájaros despiertan cada mañana a los títeres dormidos.

**

El derecho es una obligación retribuida; la obligación, un derecho impuesto.

**

Los instrumentos de cuerda frotada son como barcos sin velas surcando el océano del aire.

**

El artista es el porqué de su obra.

**

El conocimiento es el resultado obtenido del análisis de lo que nuestra conciencia nos permite percibir.

**

Estás en todo lo que soy.

**

Más claro, el fuego...

**

Lo prometido es duda.

**

El gato: cuerpo de la curiosidad.

**

A perro viejo: todo son grados.

**

El hombre es el mejor amigo del hombre.

**

El impulso del exalcohólico: beber por los ojos.

**

La Naturaleza es obvia.

**

El derecho convierte a los justos en súbditos de su propia tiranía.

**

¿En qué piensa la casa vacía tras la puerta?

**

Las bibliotecas son depósitos donde se conservan las vaginas de los árboles.

**

Venganza: palabra que comienza por una letra en forma de búmeran.

**

Nunca sabemos las vueltas que puede llegar a dar la envidia.

**

La solemne sencillez de lo infrecuente.

**

Cocinar es una forma de torturar los alimentos.

**

Necesidad y deseo se pervierten mutuamente.

**

Tengo una enfermedad rara. Soy autotóxico: mi cuerpo es adicto a las toxinas que me provocan alergia.

**

Antídoto :: antitodo :: antítodo.

miércoles, 11 de febrero de 2015

AFLORISMOS

Ante el vicio de recibir, lo mejor siempre resultará muy poca cosa.

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Cuando nos hacemos preguntas nunca ponemos signos de interrogación.

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La dificultad nace del miedo a lo evidente.

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Llegará ese día en que el camello hubiera deseado no caber por el ojo de la aguja. 

**

Reciclar perpetúa lo inútil.

**

Los individuos provienen de sociedades desestructuradas.

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El poder es al gobierno lo que la eficacia a la eficiencia. 

**

El amor es un trastorno efectivo.

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Merecer, un verbo que merece ser desactivado.

**

Era tanto su amor propio, que al masturbarse fingía sus orgasmos.

**

Las frases hechas, como la policía: o disuaden o intimidan.

**

La distancia es una suspensión temporal de la presencia; no es la desaparición.

**

El pudor garantiza el deseo.

**

No siempre es corto el camino más rápido. 

**

Es normal pensar que la verdad existe; pero no lógico.

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La voz se afina en silencio; también el oído.

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A quien le guste jugar ha de gustarle perder. Cierto es que a quien le gusta ganar a menudo propone el juego.

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La huida: la mejor habilidad de los amantes.

**

Gaviotas como buitres.

**

La conciencia o el instrumento para sentir la mente.

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La verdad nos hará liebres.

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Entenderse: extenderse.

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Nuestros esclavos nos visten.

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El dinero da la velocidad.

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Las caracolas son los teléfonos de la Atlántida.




sábado, 31 de enero de 2015

FULANA LETAL

No es fulana una cualquiera,
ni tan anónima, ni siquiera
es algo por debajo de una falda.

Es fulana letal
como la misma vida que la desviste
cada noche por los pies,

sus arrinconados pies
de frío recibidor,
de tacto píldora.

Fulana tiene un nombre,
siempre inusual como costumbre,
ni tan anónima, ni tan cualquiera...

Mínima flor de un segundo
que desemboca
en sus párpados,

—como lluvia que tiembla tras el cristal.
así el sudor de su tierna mandíbula,
lugar por donde se le caen peces.

No es fulana una cualquiera,
ni tan acólita, nunca en espera,
es alga en un tacto de mareas.

Es fulana letal.
Es pólvora.

lunes, 19 de enero de 2015

ORACIÓN MATINAL

Bendíceme.

Aleja de mí
cualquier razón
de fe.

Déjame aquí
solo en la montaña,
inmóvil.

No me dejes caer
en la oscuridad
de la Palabra.

Aparta de mí ese Verbo.
Quédatelo.
No lo necesito.

Pues si el Verbo
es Carne,

también ha de ser
Agua,

y por eso proclive
a la expansión.

No te me muestres,
es más digna tu ausencia.
No intentes buscarme

porque desde el lugar
más profundo de la Tierra
soy yo el que te vigila.

Me basta con delatarte
para hacerte esclavo
de los Hombres.

Concentra tu Poder
en el tiempo y hazme libre
de él. De Ti.

Bendíceme.