miércoles, 16 de diciembre de 2015

IL PARTIGIANO

 Diego Giuliano,
in memoriam.


Te dije, camarada:
que hasta la sustancia más débil de todas las sustancias

danza
al ritmo cansado del aire
este,


simún de boca hacia la extinción sobre los hombros;

ese aliento de hiena en el cuello
delatándonos, dilatándose
muy cerca

muy cerca
de donde palpita
cada tiempo muerto

que aún nos concede.

Pero comprendo, camarada,

comprendo
que cada cual se hace luthier
de su propia música,

que también tu voz extraña
cobijo fiel en mis oídos,

que, claro, cada cual
es cada uno...

Sin embargo, camarada,

pues todo en la vida es embargo,

te debo conceder
el beneficio de la
deuda,

la manzana con cicatriz reciente de tus colmillos,

la honda pubertad de las aves.

Por eso, camarada,

hay a partir de ahora
una soledad quieta,

una salvedad en los paseos,
otra emboscada.

Camarada,
El triunfo es la fuerza que mueve a los genios,

el fracaso la que tienta a los profetas.

Atentamente, Camarada,

Piacere! Ciao!

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