martes, 24 de noviembre de 2015

HAMBRE

No por comerte serías menos
a cada bocado que te doy.
En realidad, comerte hoy una pierna,
paletilla mañana, criadillas para el domingo,
no es tan trascendental.
Tampoco creas, de verdad, que comerte
es un acto turbio, una perversión;
un selecto manjar. Como por hambre,
como comen los seres que no quieren
morir en el próximo invierno.

Así me hice caníbal.

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