martes, 19 de mayo de 2015

NEGOCIO CRÍTICO

Se empeñaron en montar el negocio de su vida: una tienda de lámparas en pleno Serengeti. La severa crisis que atravesaba el país obligó a recortar gastos públicos de las prestaciones básicas, como la luz eléctrica. El negocio se fue a pique en menos de dos meses por un estúpido despiste: nadie se preocupó de abastecerse de la cantidad suficiente de fósforos, velas o antorchas. Si bien hubieran alejado a las fieras, atraerían a muchos más clientes. El problema era que las fieras tuvieran hambre; o miedo. Y también los clientes.  


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