sábado, 31 de marzo de 2018

PERSONNE

                                                                                                                                             "Não sou nada.
                                                                                                                                                                           Nunca serei nada.
                                                                                                                                                           Não posso querer ser nada."

                                                                                                                                                  —Álvaro de Campos, Tabacaria

Que alguien sea nada,
nadie.

Nadie es ese algo de alguien
dejando de ser qué.

Tanta persona.
Tanto persona.

Ser sin estar. Parecer.
Transitivo. Transitorio.

Nadie permanece.

Cuando Yahvé dijo,
respondiendo a Moisés,
"Yo soy el que soy",
en realidad quería decir
"Yo soy lo que seré".

"Cogito ergo sum."
por descarte.

Yo soy el gran coito.

El inenarrable orgasmo
umbilical.

El ojo y el yo
que en inglés
ya implica dolor.

Que nadie,
en francés, se diga

"personne"

pesa.

El ego pesa. Pasa.
Suena.

Nemo.
Pessoa.
Nihil.

Ese nadie que gobierna
un submarino.

Capitana y capitán de lo profundo.
Almirantes de naufragio.

Otro, otra quién.

Persona: máscara.

RESEÑA


Te voy a lamer
el libro,

como vulva abierta,
con todos sus pliegues,
jugosos, palpitantes.

El frenillo de tu verga,
erguida, con cascabel en la punta
de mi lengua,

que hará
que tus musas derramen, en delirio,
sobre el papel, todo eso tuyo literario.

Todo será voluptuosa arena.
Como duna, lenta.
Como cuerpo que espasma.

Me faltará cal
para enterrarte el favor
que me debes.

Son cinco mil.

ASCO TV


Les matan a un niño,
o a una niña, o a dos,
o a tres; a un joven,
a una joven; a cinco,
a seis. A una mujer,
a un hombre.
A un anciano,
o anciana.

A una madre, un tío,
una abuela, un hijo,
una sobrina...

Un concurso:

a ver qué familia
resuelve antes
su tragedia.

QUEMAR REYES

La foto de un rey
no es el rey.

La bandera de un país
no es el país.

El amor de madre
nunca hace patria.

La cara al sol
se quema.

El cogote, también.
Quienes tienen el cogote

rojo
tienen la cara blanca. Limpia.

Perlada también de sombra.
Quienes tienen la cara roja

—en ambos lados de la vergüenza,
bien sea por héroes, heroínas,

próceres, líderes, mártires—
conocen la patética prosodia de un paseíllo,

el épico contorno de una fosa,
el ruido blando, dócil, de los cuerpos

cuando caen juntos unos sobre otros.
La muda complicidad

les hace súbditos.
La foto de un rey,

de cualquier rey
o reina

es una provocación
para quienes conocen

las reglas del fuego.

AGUA FRÍA

Némesis de indulgentes, suplicio de pusilánimes, delatora implacable de lloricas, tormento de débiles, horrenda crueldad de la mañana, tercermundismo para prepotentes y conformistas, imperdonable insolencia del azar, hedor de higienes presurosas, incompletas, agrio insulto al progreso, a la dignidad, al confort, incívica, atentado contra la integridad física y mental, improvisación inmediata de excusas para impuntuales, digestión en peligro, delito contra la salud privada, guerra psicológica contra el bienestar. Agua fría, contrarrevolucianaria de mierda.

martes, 27 de marzo de 2018

BLUES DEL PAJARILLO


Cuando encuentres que el frío
es una parte del sueño,
pajarillo, tu cuerpo temblará,
sutil en la mañana, como un lirio
recién del prado que amanece,
perlada de orvallo tu piel
en la inmensa llanura del tiempo,
cuando ese escalofrío,
cuando el repelús hasta la rabadilla
te haga agitar las ahora torpes alas,
sabrás, pajarillo, que es el viento
lo que ronda, lo que se te mete
entre el plumaje.


Cuando encuentres, pajarillo,
qué honda e insondable parece
la bruma que desde aquí se ve salir
de entre los túmulos, bella, húmeda,
acariciándose en el fragor del musgo,
que es terso el liquen que orilla
el basamento de tu raíz;
cuando encuentres, pajarillo,
que se te arrebató el don de caminar
en favor del firmamento, cuando encuentres
que el alma que se vendió al abismo
es el sonido asombrado de tu canto,
donde el miedo, la misteriosa lujuria
de respirar, te atenaza.

Cuando encuentres
que es el frío el fuego de tu vuelo inaugural,
habrás dado el último paso, pajarillo.

jueves, 1 de marzo de 2018

MARGARITA DE UN SÓLO PÉTALO

Me quiere dócil, voluble, resignado...
Me quiere sano, aguerrido e invencible...
Me quiere tierno, blando; manso..
Me quiere tigre, macaco, perezoso...
Me quiere ajeno, impropio, relegado...
Me quiere así, asá y de aquella manera...
Me quiere vuelta y vuelta, a la espalda...
Me quiere Sancho, panza arriba...
Me quiere escaldado, coligambo, tinmarín...
Me quiere estudiado, leído, venerado...
Me quiere sutil, me quieren fatuo...
Me quiere casi con un pie en la travesía...
Me quiere niño, mordido por los perros...
Me quiere laico, apostólico y romano...
Me quiere trasgo, ogro, vil y hombre del saco...
Me quiere cóncavo, convexo y curvilíneo...
Me quiere antes y después de la contienda; no durante...
Me quiere ahí, sentado a la sombra de una higuera,
Me quiere salvado por los pelos...
Me quiere sordo, maniatado, con mordaza...
Me quiere ciego, sarnoso, cojitranco...
Me quiere lazarillo, con esmoquin, levita; fariseo...
Me quiere dueño de mis actos, dios mío de mi vida...
Me quiere libre como gato encerrado...
Me quiere fino, tinto y blanco...
Me quiere guapo, vanidoso y petulante...
Me quiere pavo, pollo y perdiz....
Me quiere Drácula, hombre lobo, momia...
Me quiere vencido, extenuado, sediento...
Me quiere difícil, ridículo, tiquismiquis...
Me quiere sábana, campo, loma...
Me quiere en su jardín plantado de frecuéntanos...
Me quiere perdido entre sus bosques altos de mañanos...
Me quiere arbóreo, acuático, ígneo y telúrico...
Me quiere elemental, me quiere Watson...
Me quiere decidido, elegido y consagrado...
Me quiere catedralicio, papal, trinitario...
Me quiere cabaña, cocina, queso...
Me quiere bajo vientre, bajo palio, bajo tierra...
Me quiere a sabiendas, en volandas...
Me quiere a raudales, derrochando, desposeída...
Me quiere desprendido, generoso, eviscerado...
Me quiere sangrante, hiriente, cauterizado...
Me quiere Dulcinea, Trotaconventos, Regenta...
Me quiere Ícaro, Ulises, Prometeo...
Me quiere Ra, Isis y Horus...
Me quiere casto, puro. Santo.