lunes, 18 de mayo de 2015

CUADERNO SIN TIEMPO VII

El espejo devuelve a tu imagen
tu rostro por mí aún desconocido.

Se parece mucho al mío, tu rostro,
cuando eriges la bandera sorda

del llanto, ondeando sobre el territorio
viejo y cansado que nos amarra en estos pasos.

Gritar es sólo un momento de la vida,
como quien nace de repente,
—hacia adentro—

como quien brota sin sentido
de la raíz que no lo quiso;
—repudiado y anhelado—

imagen misma del espejo atroz,
delatora de esta mentira,
de esta causa jamás buscada.

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