jueves, 26 de julio de 2018

LO QUE AL FINAL PASÓ

Volvieron las oscuras golondrinas.
Volvieron a colgar de tu balcón los nidos.
Fueron tantas, que los nidos se desprendieron,
cayeron al vacío con los polluelos dentro,
impactaron, unos en el asfalto,
otros en la acera, los más afortunados
sobrevivieron unos minutos bajo el calor
de los coches en doble fila, esperando
padres a sus pilluelos entrar en los colegios.

Pasó que al final vino la muerte,
y por mucho que arañó y arañó,
por mucho que hizo por hacer el mal,
nunca tuvos tus ojos.
Los versos más tristes de aquella noche
se aburrieron de esperar. Se marcharon;
hicieron camino al andar
al saber lo que tenía la princesa,
—sabía volar, que el verde la quiso, verde—

Llorando, el hortelano,
fue, a nariz pegado,

y dijo:

"Ser y no ser."

Se acabó el dilema.

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