viernes, 27 de enero de 2017

¡ELI, ELI!

¿A dónde me llevas, verbo?
¿A qué lugar sin geografía posible, 
a qué inimaginable territorio, 
con toda su atroz virginidad?

¿A dónde quieres llegar conmigo?
¿Qué salones debemos frecuentar
para darnos el mutuo placer
de la vibrante compañía?

¿Hacia qué estancia me conduces,
lejos de miradas imprecisas, 
lejos de tanta descuidada intimidad?
¿Cuándo quieres que te perdone?

¿A dónde me llevas, verbo?
¿Acaso piensas que en mi boca
quedan aún surcos fértiles 
para sembrar tan débil tu belleza?

¿Crees todavía que te seré fiel,
o incluso leal? ¿De qué quieres
convencerme a estas alturas
del silencio que propagas?

¿No te has dado cuenta?
Lo que pueda hacer contigo
es pura imaginación,
puede ser hasta mentira.

¡Eli, Eli!

¿Por qué no me has abandonado?

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