jueves, 26 de enero de 2017

1977*

Cuando a 1977 le sigan un guión y una cifra.
La cifra de un año no conocido por mí.
Detrás de mi nombre completo, entre paréntesis.
Tras un poema, o un verso,
una leve cita de aquel poeta desconocido
de quien un lector incauto hizo patria,
protestad.


Protestad enérgicamente
ante mi tumba, o ante el polvo
arremolinado;
con rabia, con ternura, con todo el recuerdo
del que seáis capaces. Con la debida nostalgia
del poeta privado que les dio ganas.

Abrid la boca y formulad la protesta
ante los gerifaltes del olvido, del descuido
de sus próceres sutiles. Ante los enciclopédicos
recopiladores de hitos universales,
decidles:

"Este poeta fue mío"

Que no me manchen con su memoria
tibia, con su media tinta.
Que no me recuerden en los tratados,
sino en la tardecita, con el café, o la copa
con la que siempre os brindé todo guiño.

Cuando no sepáis a dónde llevarme flores
sabréis que todo pistilo fue mi labio
vibrante, mi voz quejida, mi desgarbo.
Mi olor íntimo sólo sensible en el abrazo.
Mi pudor estructural. Mis suaves maneras.

Cuando a 1977 le sigan un guión y otra cifra,
desconocida aún por mí,
venid a verme a donde sea. A los lugares
donde os hice frecuentes, a donde os amé
bien fuerte, como se ama a quien se espera.
Acordaos de mi cocina, sanctasanctorum
de grandes confidencias, de gestos inusuales.
De lágrimas inscritas en lo que resulta blando,
tierno como un pan recién nacido.

Cuando sea desconocido para siempre
recordad que una vez fui vuestro.
Sencillo como una silla, terco como una piedra.
Ponedme un vaso de licor junto a los labios.
Besadme.

Sabréis donde esconderme
de todas las miradas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario