lunes, 9 de mayo de 2016

NOS/OTROS

Dos hospitales en Alepo.
Un campo de refugiados en Al Camouna (frontera sirio-turca).

Parece que los bombardeos estuvieran destinados a otros objetivos, como evitar que los "refugiados" —mal empleo de un término por no remitir a una realidad objetiva— no lleguen nunca a ningún sitio para poder refugiarse de verdad. De momento son migrantes, presos huidos (el correspondiente culto sería "fugitivos", qué cosas) porque estén donde estén mientras no estén bajo refugio, serán presos huidos. No presos politicos, presos sociales, presos entre las redes que hemos tejido para refugiarnos del miedo que nos hemos terminado teniendo como personas los unos por los otros: controlándonos, aniquilándonos.

No son refugiados. Son prisioneros, como nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario