lunes, 16 de mayo de 2016

BANDADA

En realidad, es siempre justo al amanecer cuando sucede. Aparece por detrás de las montañas; al principio parece la comisura de un párpado ardiente, pero se va abriendo despacio. Mientras tanto, una ligera brisa, como de alguien que se desliza fuera de una cama con demasiadas preguntas aún sobre la almohada. Luego, cuando todo el proceso ha concluido, flota unos instantes en el aire y comienza a elevarse, en dirección al sol.

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