domingo, 26 de noviembre de 2017

RIDICULUM VITAE

Todas las cartas de amor son ridículas"
— Álvaro de Campos.
Quiero hacerte el ridículo
como quien te haría el amor.
Se pueden hacer tantas cosas
como quien te haría el amor...

Hacerte el amor, sin embargo,
es lo más ridículo del mundo
desde el momento en que se piensa
en que el amor se hace.
El amor nace, no se hace.
Como el poeta,
que se deshace gracias a la vida
que tanto le ha dado.

Por todos lados, hay tanto amor,
tanta vida...
Nada se deshace. Se transforma.
La nada se transfigura. Como la noche.
Son las leyes de la termodinámica.
Son las leyes de la relatividad.
La vida es la ciencia de la destrucción.
El amor, la de la transformación.

La energía no desaparece. Se transforma.
Te haría la vida. La materia nos trasciende.
Tenemos una habitación de hotel.
Un tiempo infinito. Un espacio concreto.
Un beso. O dos. Te haría el ridículo.
Siempre: adverbio letal. Más que nunca.

Te haría música. Una música ridícula.
Reír es un verbo temeroso. El miedo
es ridículo. Como el amor.
Como las cartas de amor.
Como el temor.
Vivir es temor. Temblor.
Lo que cimbrea en la línea.

Lo que riela en la costa.

De noche.

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