a Carlos Pulido
De las damas se puede hablar
cuando se puede hablar de ángeles, dolores,
remedios, angustias;
de luz, alba, rocío, montaña, valle, vega,
de gloria, de fe, milagros,
de caridad, camino, esperanza, paz;
de estela, de mar, de sol, de nieves,
de luna, estrella, aurora,
de paloma, blanca, dulce, amada;
de margarita, de rosa, de azucena,
de begoña, hortensia, dalia, o de azahar:
de flor, blanca, violeta: pura.
De encarnación, olvido y resurrección,
de soledad, de alma; de consuelo.
De iris, de ámbar, de jade,
de cristal, de ágata, esmeralda.
De ella, mía; socorro y cara;
de linda, bella.
De Asia, África, América o Australia;
De Arabia, Armenia...
De tecla o rebeca.
Así de clara.
De victoria.
De las damas se puede hablar
siempre.
Se debe.
Las damas
no lloran.
De iris, de ámbar, de jade,
de cristal, de ágata, esmeralda.
De ella, mía; socorro y cara;
de linda, bella.
De Asia, África, América o Australia;
De Arabia, Armenia...
De tecla o rebeca.
Así de clara.
De victoria.
De las damas se puede hablar
siempre.
Se debe.
Las damas
no lloran.
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