Labio.
Solo el labio.
Vibrando al beso ese de nadie.
Mascullar que palpita, barajando nombres
que podrían haber sido besados
con toda fruición de selva.
Palpas muslo y dices:
—Todo lo que abarca mi mano
es ahora obsceno—.
Aquí languidece la mañana.
Cae todo hacia el umbral
de lo que nos dicta el cansancio.
Arrojados al río,
pronto saldremos a flote.
Inertes.
Solo el labio.
Vibrando al beso ese de nadie.
Mascullar que palpita, barajando nombres
que podrían haber sido besados
con toda fruición de selva.
Palpas muslo y dices:
—Todo lo que abarca mi mano
es ahora obsceno—.
Aquí languidece la mañana.
Cae todo hacia el umbral
de lo que nos dicta el cansancio.
Arrojados al río,
pronto saldremos a flote.
Inertes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario