miércoles, 21 de febrero de 2024

1-N

 

Los muertos.
Todos los muertos.
A los que van muriendo.
A los que van matando.

Desalojando la vida.
El desahucio de lo que palpita.
El repentino infarto. Todo eso
que es terminal. Lo cancerífero.

La cola avanza hacia la duda.
Hacia la incertidumbre.
Estamos aquí. Luego allá,
donde nadie sabe.

Los que tenemos vértigo
preferimos el Infierno,
porque el Cielo nos da
canguelo... temblor de piernas.

Ya fuimos muertos por desazón,
por costumbre, por hábito.
La vida es la antesala de todo eso.
El azar es el terror del cómo.

La vida, esa trampa arácnida.
La muerte, ese silencio de terciopelo.
Ese quejarse del no estar de quien se quiere.
De imaginárselo dormido. Pero no.

Siempre un féretro por medio.
Una caja. Un almacén del alma.
Un pijama eterno. Hasta incluso la ceniza.
Hasta cuándo el recuerdo.

Morir es un acto distraído.

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