martes, 26 de diciembre de 2017

MÚSICA PARA COCODRILOS

Ten cuidado.

Hay fauces que no distinguen
el hambre de la sed.


Lágrimas que no son precisamente
síntoma de emoción.

Aguas tranquilas, inofensivas
corrientes que juegan contigo

al despiste, que te acechan
si te inclinas, si tus labios secos

besan donde no deben;
si tus ojos no miran

lo que puede llegar a suceder
si no oyes cómo late la bestia.

Ten cuidado.

El ímpetu del saurio
es urgente.

Su problema
da sentido a tu miedo.

Dispara toda su osamenta.
El peso de su talento

desgarra lo mejor de ti,
la musculatura de tu alma,

alimento del cual
se nutre lo salvaje.

La muerte no improvisa.
Es eficaz.

Ten cuidado.
La vida nunca avisa.

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