martes, 11 de abril de 2017

MELANCOLÍA

De una conversación limítrofe con mi querido Benito.

Habría que melancotraficar.

Volverse un sibarita con la melancolía.

La melancolía no es moco ni pavo.

Es una poderosa y dura droga que exige excelencia en el suave presentir el sufrimiento.
Una tristeza crónica.
Un imán hacia lo gris.

Hacia lo que no se sabe si impacta. Una desidia apacible.
Una astenia de tantas.

Una enfermedad.

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